La mente del Espíritu Santo. Parte 2
2016-01-11
1. Oración inicial
Amado Padre, gracias por la presencia de tu Santo Espíritu, él me ha enseñado y revelado tus mandamientos, me ha dado oportuno concejo en los momentos de incertidumbre, me ha llenado de tu sabiduría e inteligencia de la que sale de tu boca. Gracias Señor. Amen.
2. Lee la palabra de Dios
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”
3. Reflexiona
La mente es la fuente de la inteligencia, la razón y el conocimiento. Con la mente pensamos, planeamos, ideamos, comprendemos. Cuando estudiamos las múltiples actividades de la mente, resulta evidente que el Espíritu Santo tiene precisión de pensamiento, orden, plan e inteligencia.
Las Escrituras demuestran que El Espíritu Santo tiene una mente perfecta, tiene sabiduría perfecta. Hablamos de las personas como que tiene su propia manera de pensar. El Espíritu Santo tiene su propia manera de pensar, que se revela en pensamientos, propósitos y determinaciones.
En el pasaje anotado vemos que el Espíritu Santo sabe las cosas de Dios. Ningún hombre entiende a Dios y ni sabe cómo es Dios, pero el Espíritu Santo lo sabe. Para saber cosas, tiene que tener intelecto. Este pasaje también enfatiza que el Espíritu Santo es nuestro Maestro, el que revela las cosas de Dios a los creyentes. La primera ley de la enseñanza es que el profesor debe saber y entender lo que está enseñando. No podemos enseñar lo que no sabemos. El Espíritu Santo es nuestro Maestro perfecto que tiene un intelecto y conocimiento perfecto.
El Espíritu de Dios es perfecto en conocimiento, perfecto en consejo, perfecto en entendimiento, perfecto en sabiduría, etc. Todas estas palabras describen el intelecto.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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