Yo quiero ser como tú
2024-09-05
1. Oración inicial
«Padre, qué responsabilidad tengo en mis manos, pues me has puesto como meta: ¡Reflejar el carácter de tu Hijo Jesucristo! Sé que en mis fuerzas sería imposible, por eso te doy gracias por conocer tu palabra, porque por medio de ella entiendo que quien hace la obra en mí para poder reflejar a tu Hijo es tu Santo Espíritu. Te pido Señor que me ayudes a fortalecer mi fe pues a medida que creo en lo que me dices que soy, de acuerdo a tu palabra, tu Santo Espíritu lo refleja en mi vida.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.” Lucas 2:46-47
“Yo y el Padre uno somos.” Juan 10:30
3. Reflexiona
En lo personal no tuve el privilegio de conocer del Señor estando en mi niñez, lastimosamente fui instruida en su palabra en una época bastante difícil, la adolescencia, sin embargo, hoy le doy la gloria a Dios porque hubiese podido no conocerle en ninguna etapa de mi vida y creo que Él llegó en el momento perfecto, pues aunque lo ignoraba, siempre lo necesité. Quizás tu experiencia haya sido similar a la mía y pensarás: “Qué privilegio tienen esos niños que crecen en un hogar cristiano”, y sí, sí que son privilegiados, pues si desde niños comprenden la importancia de mantenerse firmes y arraigados en el Señor, sus vidas, en todo ámbito, prosperarán. En nuestro caso ya no tenemos opción de devolver el tiempo y decirles a otros que nos instruyan desde pequeños, pero sí tenemos la opción (desde la edad en la que nos encontremos en este momento) de replicar en otros lo que quizás no pudieron hacer con nosotros, guiarnos por el camino del Señor.
Cuando pienso en el futuro de mi hijo me imagino enseñándole la palabra de Dios, y mi anhelo es que desde su niñez él pueda sentirse atraído por las cosas del Señor, no como una obligación o imposición, sino como algo genuino, como Jesús a quien vemos desde pequeño interesarse en los negocios de Su Padre, es impresionante verlo a Él fascinado en medio de los doctores de la Ley, haciéndoles preguntas y aun respondiendo otras que le hacían, me lo imagino con esa hambre de conocer más acerca de las Escrituras, ¡es simplemente maravilloso!
Con esto me pregunto, ¿será que mi hijo podrá sentirse atraído por las cosas de Dios al ver mi relación con el Señor? Y la respuesta es sí, pues sabemos que los niños aprenden por espejo, todo lo que tú haces ellos lo quieren imitar, y aquí se me hace ver a Jesús en su niñez queriendo reflejar a su Padre. La pregunta es: ¿Cuántos de nosotros estamos reflejando a nuestro Padre Celestial, así como lo hizo Jesús? La palabra nos enseña que lo podemos hacer pues ya no vivimos nosotros mas vive Cristo en nosotros (Gálatas 2:20), solo que para poder ver reflejado de manera vivencial esto que somos necesitamos creerlo, pues a medida que vamos creyendo en las verdades reveladas en las Escrituras, el Espíritu Santo nos lleva a experimentarlas en la práctica.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn