Y estas señales seguirán a los que creen
2020-11-28
1. Oración inicial
«Gracias Padre, porque tu Palabra es espíritu y es vida, es la verdad que actúa de forma sobrenatural en los que creemos. Lléname de tu Espíritu y permite oh Señor que la palabra de tu gracia sea confirmada en mi propia vida con señales y prodigios, para tu gloria y tu honra. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.” Hechos 14:3
”Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16:17-18
3. Reflexiona
Dios ha dotado a su iglesia, a los creyentes, de dones para confirmar su Palabra, esto se sustenta en la escritura, en diversos pasajes, contextos y situaciones vividas por los que creemos (1 Corintios 12:10,28,30).
En el ministerio del Apóstol Pablo, aprendemos cómo él predicaba con valentía acerca de la gracia del Señor, y demostraba que el mensaje era verdadero al darles poder de hacer señales milagrosas y maravillas. (Hechos 14:3, Hechos 16:18)
En el presente, se ha tergiversado el uso de los dones espirituales, por medio de maestros de confusión, engañadores y mercaderes del evangelio, que solo tienen amor al dinero y no a Dios. Pero muchos, verdaderos creyentes, con sinceridad, como de parte de Dios y delante de Dios, hablamos en Cristo, (2 Corintios 2:17) por eso el Señor obra poderosamente en nuestras vidas y en la vida de quienes escuchan el mensaje de salvación.
Pero estas señales que vienen de un Dios para el cual no hay nada imposible (Lucas 1:37), no son necesariamente para que los incrédulos lleguen a la fe, pues muchos incluso viendo todas las señales que Jesús hizo, no creyeron (Juan 4:48), como sucedió en Corazín y Betsaida (Mateo 11:21), su corazón se resistió a confiar en el Salvador, en el Mesías prometido.
¿Y de nosotros qué? Ni aun viendo todo el poder de Dios en nosotros, la vida que nos da, todo lo que nos provee, ¿nos resistimos a confiar, adorar y servirle al Señor?
Si le servimos con fidelidad y obediencia, como resultado de una convicción verdadera, Él dispondrá de mostrar a través de nosotros todo su poder, su amor y el gozo indescriptible de su presencia.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8-10), confiemos plenamente en Él y cumplamos la gran comisión, pues el Señor de señores, no ha parado de amar, de sanar, de liberar corazones encarcelados, de sacar de las tinieblas a los perdidos y lo hace ahora actuando por medio de los que creen, porque subió y dio dones a los creyentes (Efesios 4:8).
Teniendo en cuenta primero, que el sustento, equilibrio y base de todo lo que hacemos para el Señor, sea en el amor, entonces, ¿qué esperamos para ir por los perdidos y recibir los dones sobrenaturales de Dios? (1 Corintios 12:31)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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