Voces en el desierto
2023-04-29
1. Oración inicial
«Amado Padre, hoy me recuerdas que soy la voz que clama en el desierto de este mundo sediento de ti. La iglesia de Cristo es el instrumento de salvación en estos tiempos, para preparar el camino para tu segunda venida; por eso, despiértanos y levántanos para que nos alumbre la luz de Cristo, somos tus mensajeros, testigos de tu amor y enviados a proclamar el evangelio a los que no te conocen. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; y verá toda carne la salvación de Dios”. Lucas 3:4-6
3. Reflexiona
En el primer Adviento, Juan Bautista fue la voz que gritó en el desierto anunciando que el Mesías llegaría. Después de cuatrocientos años de silencio, fue el profeta que Dios levantó para anunciar las buenas nuevas, este llamado vuelve a ser eco con el segundo Adviento. La palabra latina “adventus” significa venida, en el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo.
El mensaje de Juan ahora está en nuestra boca para proclamar la segunda venida de Cristo, por eso debemos decir lo mismo: “Preparad el camino, enderezad sus sendas”; espiritualmente Dios anhela que los corazones de los hombres se preparen y se enderecen para su reencuentro con el Señor Jesucristo.
Por eso es un llamado a la santidad, todos necesitamos enderezar lo que está torcido y suavizar lo que está áspero en nuestras vidas. En nuestros corazones hay orgullo, egoísmo, deshonestidad, envidia y muchas otras cosas más. El Señor nos invita a consagrarnos a Él ante su regreso, dice 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Hoy los creyentes somos esa voz que clama en el desierto de este mundo, anunciando la salvación. La iglesia de Cristo es el instrumento de salvación en estos tiempos. Por eso debemos despertarnos y levantarnos del sueño para que nos alumbre la luz de Cristo, Efesios 5:14. Somos los mensajeros para anunciar la segunda venida, preparando el camino delante de Él. “Y verá toda carne la salvación de Dios”.
La voluntad de Dios es muy clara, nos dice en 1 Timoteo 2:4-5 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. ¿Será también ésta nuestra preocupación? Veamos Romanos 13:10-12 “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Y esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz”.
Hoy es el tiempo de compartir el evangelio, después no se podrá hacer nada. El día del Señor vendrá y no quiere encontrarnos desapercibidos sino atentos; si realmente amamos a los demás, ese debe ser el motor para levantarnos y hablar el mensaje de Cristo. Se nos dice que la salvación está más cerca que cuando creímos; entonces, no hay lugar para la tibieza espiritual, porque la noche está avanzada y se acerca el día de su regreso.
La pregunta es: ¿Nos estamos preparando para su venida?, ¿Estamos enderezando las sendas?, ¿Estamos mostrando el verdadero camino? Hoy es nuestra responsabilidad, somos la voz de Dios en este tiempo, somos la iglesia militante que se levanta a proclamar que el Rey ya viene y quiere que todos le conozcan. ¿Qué impide que lo estemos haciendo? La falta de amor por los perdidos, recordemos que ese perdido puede estar muy cerca de nosotros.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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