Vive para la gloria de Dios

«Padre, que todos aquellos que no te conocen puedan hacerlo. Clamamos fervientemente a ti para que seas tú alumbrando sus vidas con tu Palabra, permitiéndoles experimentar tu amor y Salvación en Cristo Jesús. Gracias por librarlos de la potestad de las tinieblas y trasladarlos al reino de tu amado Hijo, amén.»

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

Existe un propósito global por el cual toda persona ha sido creada y puesta en esta tierra, un propósito que le da verdadero sentido y que llena la vida de todo ser humano.
Actualmente, por el engaño de Satanás a través de las múltiples ideologías del mundo, el propósito y lo que le da sentido a la vida de las personas, se ha rebajado a simplemente, tener seguidores, reproducciones, vistas, fama, dinero, poder, influencia y un sin fin de banalidades que rápidamente están destruyendo el alma de todos aquellos que a éstas se entregan. Y la Palabra de Dios dice “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).
Ciertamente, las cosas que presenta el mundo son engañosas y un día terminaran; por el contrario, lo que nos dice Dios es verdad y siempre permanecerá “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:16-17).
La voluntad de Dios, como podemos leer en Colosenses 1:16, es que así como fuimos creados por medio de Jesucristo, vivamos para Él, vivamos para la gloria de Dios. Vivir para la gloria de Dios, para agradarle y exaltarlo a Él, es el propósito de todo ser humano, es lo único que puede llenar la vida de cualquier persona. Y si tú hoy crees esto y anhelas vivir una vida plena, con sentido y propósito, te invito para que de manera humilde y sincera eleves a Dios esta oración: “Señor, gracias por enviar a tu Hijo Jesucristo para que muriera en la cruz por mis pecados, gracias porque sé que ahora soy limpiado y perdonado. Señor Jesús, te abro las puertas de mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador. Ocupa el primer lugar en mi vida. Hazme la persona que tú quieres que yo sea, cumple tu propósito en mí, y gracias por darme la vida eterna. Amén.”
Recuerda que ahora eres hijo de Dios, y como hijo debes estar siempre atento a la voz y dirección de tu Padre Celestial por medio de su Palabra; no olvides que este devocional diario es una herramienta útil para ello.