Vida de Obediencia. Parte 2
2024-10-09
1. Oración inicial
«Señor, hoy te ruego humildemente que me des hambre y sed por tu Palabra, ayúdame a vivir para ti y construir mi vida, la vida de mi familia y la de la iglesia bajo la autoridad de tu Palabra, que es la base firme que necesitamos obedecer para avanzar y seguir adelante con tu llamado y con tu propósito. Dame la capacidad de escuchar, accionar y permanecer en tu Palabra para ponerla por obra, acrecienta hoy mi fe al oír tu Palabra, en Cristo Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. Hebreos 4:12-13
3. Reflexiona
¿Cómo podemos ser personas obedientes? El primer paso para vivir en obediencia es “escuchar”. A veces oímos tanto ruido a nuestro alrededor, que se nos dificulta escuchar la voz de Dios. Cuando nos disponemos a hacerlo y atendemos sus palabras permitimos que estas entren a lo profundo de nuestro interior y se haga un cambio radical en nosotros, porque discierne nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.
El Padre celestial amorosamente nos pide en Proverbios 3:1-2 “Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán”.
El segundo paso es “accionar”, es hacer lo que Él nos dice. La Biblia contiene los grandes testimonios de hombres y mujeres que se determinaron a obedecer a Dios. “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”, (Santiago 1:22). No podemos engañarnos a nosotros mismos escuchando primero la Palabra de Dios y después haciendo lo que queremos. Hoy debemos determinarnos a andar en los caminos de Dios y a abandonar todo aquello que nos impide obedecer.
El tercer paso es “permanecer”. Juan 15:7 nos dice “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. El Señor nos pide ser fieles hasta el fin y darle el primer lugar a Él. ¿Qué haremos el día que el Señor venga si no permanecemos? Cuando permanecemos es porque hemos sido precavidos como el que construyó su casa sobre la roca firme. Nos hemos edificado sobre Jesucristo que es el verdadero fundamento. Tenemos un Dios bueno que debemos honrar, que nos escucha y nos exhorta a poner por obra su Palabra, un Dios que nos sostendrá y nos sacará adelante, que abrirá camino en medio de la dificultad y nos pastoreará siempre y en cualquier sequía saciará nuestra alma (Isaías 58:11).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn