Verdadero amor
2017-07-07
1. Oración inicial
Señor guía mis pasos para hacer tu voluntad, para amar con el amor que tu me has dado, un amor que no merecía, pero que entregaste todo para hacerme libre de la muerte
2. Lee la palabra de Dios
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.», 1 Corintios 13:4-7
3. Reflexiona
Todos vemos el amor, como una situación ideal, donde el que ama como el que recibe amor, se lo merecen mutuamente, es decir, doy amor porque me aman, recibo amor porque lo merezco.
Pero esta no es la definición de amor escrita en la Biblia. La palabra de Dios dice que El nos amó primero, que aun cuando éramos pecadores y no merecíamos su amor, El nos lo dio gratuitamente mediante la muerte de su hijo en la Cruz, (1 Juan 3:1).
Esta es la primera característica esencial del amor, es gratuito.
En otros pasajes, Jesús nos pide que amemos a nuestros enemigos, a los que nos persiguen, a los que hablen mal de nosotros (Mateo 5:43-48), y este amor debe ser manifestado cuando oramos por ellos, cuando le servimos (Proverbios 25:21), cuando realizamos acciones de amor, no solo palabras. Es decir que el amor es un mandato de Dios (Lucas 10:27). ¿Pero cómo lo cumpliremos, si somos incapaces de hacerlo?
Cualquier hombre natural pensaría que esto es imposible, pero la palabra de Dios nos enseña claramente que cuando recibimos a Jesús somos sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13), y que el amor de Dios ha sido derramado en nuestro corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5).
Es decir es un mandato de Dios, pero que si tenemos fe en Jesucristo, podemos cumplirlo.
En otras palabras, el amor verdadero viene de Dios, es un mandato que tenemos la capacidad de cumplir y se debe demostrar de forma desinteresada y gratuita.
¿Y el amor de pareja? no tiene que ver con los sentimientos, es una decisión voluntaria; si bien hay un enamoramiento, gusto o atracción, el amor debe ser incondicional como el que Dios nos da. Dios elige una pareja idónea o complementaria para nosotros, pero decidimos amarla, a pesar de las tormentas o dificultades de la vida, aceptando que tiene errores y defectos. Amamos sin esperar nada a cambio, aceptando que debemos perdonar, esperar, soportar y dejar todo egoísmo (1 Corintios 13). El amor de pareja debe ser contante, y esta constancia solo se da si estamos conectados a la fuente del amor permanente de Dios por medio de Jesucristo. Una pareja que está en Cristo, tiene un amor verdadero, incondicional, constante, sufrido y sacrificial; puesto que ese es al amor que Dios derramó en nosotros. Practiquemos, coloquemos en acción con nuestro enemigo y con nuestra pareja el verdadero amor de Dios, pues fácil es amar a quien nos ama, pero difícil a quien nos odia y con quien compartimos convivencia todos lo días.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn