Venid, venid a mí dice el Señor
2019-12-03
1. Oración inicial
Amado Dios, muchas veces al enfrentarme con momentos de ansiedad o angustia, he querido que cambies las circunstancias que me rodean, pero ahora entiendo que mi tranquilidad y paz sólo vienen de permanecer en tu presencia y que sólo tú cambias el sentir de mi alma, aunque las circunstancias sigan igual o peor. Hoy dejo mis peticiones en tu altar con acción de gracias. Te amo Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”, Filipenses 4:6-7
3. Reflexiona
Muchos vivimos llenos de afanes, corriendo de aquí para allá, cumpliendo estrictos horarios, con cuentas que pagar, etc., y se apodera de nosotros una desmedida preocupación con sus nefastas consecuencias. Pues el rico se preocupa por lo que tiene y el pobre por lo que no tiene. El joven se preocupa por la vida, el anciano por la muerte. Es tan común la ansiedad, que no nos sorprende que el Señor haya dado tantos consejos al respecto. Él nos mostró la exagerada preocupación con la que actuamos, así lo vemos en Lucas 10:40-41: “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas”. El Señor desea que confiemos en Él hasta el punto en que no nos preocupemos ansiosamente por nada, que echemos toda carga sobre Él, porque Él tiene especial cuidado de nosotros.
Ahora, la preocupación revela la falta de confianza en el poder de Dios, pues debemos llevarle todo en oración y su paz guardará nuestros corazones y mentes. Es maravilloso ver que en la Palabra de hoy, se inicia con ansiedad y al llegar al final del párrafo salimos con paz. Entre ambos extremos, la ansiedad y la paz, se encuentra la oración, una oración de acción de gracias que se apoya en la fe.
Podemos notar que las circunstancias no han cambiado, las tormentas pueden estar latentes, pero algo ha sucedido en el alma y la mente, es la paz del Señor que sólo Él la puede dar y esa fue su promesa cuando dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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