Velad. Parte 2
2016-04-27
1. Oración inicial
Señor tu eres mi esperanza viva, el sustento de mi vida, te espero como cuando el novio espera a la novia en el altar, con expectativa y amor, sé que vienes pronto de acuerdo a tu palabra, por esto estoy apercibido, atento a tu llamado y quiero que me encuentres haciendo tu voluntad
2. Lee la palabra de Dios
«Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,
vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.
Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá», Mateo 24.45-51
«Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.», Lucas 21:34
3. Reflexiona
Velar, significa renunciar al sueño de la noche; se puede hacer para prolongar el trabajo o para evitar ser sorprendido por el enemigo, según Sal 127:1. De ahí resulta un sentido metafórico: velar es estar vigilante, luchar contra el estupor y la negligencia a fin de llegar al fin que se persigue, como dice Prov. 8:34. Para el creyente el fin es estar expectante y listo para recibir al Señor cuando llegue su día; por eso velar y estar vigilante, a fin de vivir en la noche sin ser de la noche.
Además de estar apercibidos para el retorno del Señor, como lo dice 1 Tesalonicenses 5:1-7; debemos estar en guardia contra las tentaciones de la vida diaria, como nos enseñó el maestro, “velad y orad para no entrar en tentación…”, La vigilancia caracteriza por tanto la actitud del discípulo que espera y aguarda el retorno de Jesús; consiste ante todo en mantenerse en estado de alerta y por el hecho mismo exige despego de los placeres y de los bienes terrestres, como muestra en Lucas 21:34. Estamos en el mundo pero no somos del mundo, ni hacemos lo que el mundo hace, si no lo que el Rey que viene pronto nos ha encomendado.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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