Velad, Parte 1
2024-07-06
1. Oración inicial
«Padre quiero estar atento a tu voluntad, ante el inminente regreso de Jesús quiero con más diligencia y por el poder de tu Espíritu vivir como Jesús vivió, mostrando todo el amor de Cristo a los demás y predicando el evangelio de la paz. En Cristo Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.”, Mateo 25:1-12
3. Reflexiona
El Señor nos hace un llamado a estar preparados y esto implica “probar” lo que se dice para no caer en el engaño que adormece al mundo entero, por esto nos dice “comprobando lo que es agradable al Señor. ”, de esta manera permanecemos atentos y corroborando la verdad o exponiendo a la luz la mentira, en toda situación. (Efesios 5:8-14), esto evita o previene caer en las obras infructuosas de las tinieblas.
Pero podemos estar adormecidos por el engaño de las riquezas, por el engaño de los afanes del siglo: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día” (Lucas 21:34).
El significado de la parábola de la porción bíblica de hoy nos está hablando de la comunión del Espíritu, el fuego solo es encendido por el aceite y el aceite representa la unción del Espíritu, su llenura, así que andar en el Espíritu es la manera de estar vigilantes.
Estar preparados no se trata de un esfuerzo intelectual o de estudiar escatología o las profecías acerca de su venida, lo cual es muy bueno y edificante hacerlo, sino que estemos atentos a hacer la voluntad de Dios en cada situación de nuestra vida, aplicando su palabra con el poder de su Espíritu Santo.
La clave de esto es andar en el Espíritu, con el aceite en la lámpara, su Palabra es nuestra lámpara que ilumina, que resplandece en la noche: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” (2 Pedro 1:19) y esta lámpara es encendida por el Espíritu Santo.
Así que hermanos, debemos vivir a la altura del llamado que hemos recibido en línea con el Espíritu que indudablemente nos llevará a estar atentos a su Palabra.
Pero también es una actitud del corazón, un anhelo de escuchar su guía y de hacer lo que él quiere que hagamos, sobre todo para estos últimos tiempos.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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