Una gran fe
2017-02-05
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias por este nuevo día, gracias por tu infinita misericordia, por tu infinito amor para conmigo y mi familia, Señor hoy tomo la decisión delante de ti de buscar tu Palabra cada día para que aumente la FE en mi corazón ya que tú dices que “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”, quiero tener una relación de amor y obediencia y que tu palabra obre con poder en mi vida. Amen
2. Lee la palabra de Dios
«Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenia, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de sus sangre. Entonces Jesús dijo: ¿quién es el que me ha tocado? Y negándolo todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.», Lucas 8: 43-46
3. Reflexiona
Esta mujer del pasaje de Lucas, estaba segura que Jesús la sanaría, había escuchado de su poder, pues Él es la fuente de la sanidad, de la vida eterna, el camino de la salvación y fue por su fe que esta mujer tomó la decisión de ir donde el Señor Jesús y tocarle, a pesar de ser inmunda según la ley judía y de saber que debía estar apartada por su flujo de sangre y que la multitud era un gran impedimento.
Hoy en día queremos ser sanados sin acercarnos a Jesucristo, sin tener compromiso con él, y mucho menos se tiene la fe suficiente para lograr o alcanzar el milagro. Si queremos que salga poder de Jesucristo, debemos de cambiar ese estado de reposo y pasividad en nuestras vidas, y lanzarnos en busca de Jesús con fe y sin límites.
¿Qué mancha en tu cuerpo o multitud te impide tocar a Cristo? Rompe barreras y acércate a Jesús de Nazaret y recibirás sanidad integral.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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