Un pueblo santo para Dios
2018-09-05
1. Oración inicial
Precioso Dios, gracias por tu fidelidad, tu gran amor y misericordia, que a pesar de mis iniquidades tú has sido fiel y me has amado con amor eterno. Tú cumples tus promesas en el tiempo perfecto y me has llamado para ser pueblo especial y santo para ti. Te amo Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago. Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas”, Deuteronomio 7:6-11
3. Reflexiona
Las Escrituras muestran que Dios escogió a Israel entre todas las naciones para hacer de ellos “un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:6). Dios los sacó de la esclavitud de Egipto, los rescató con mano poderosa, los alimentó con maná del cielo, día y noche los guió en medio del desierto, y les preparó una tierra, bendita y próspera. Pero Israel le fue infiel, una y otra vez, desecharon el conocimiento de Dios, trasgredieron sus ordenanzas y volvieron su corazón a ídolos y dioses paganos. A pesar de la gran infidelidad y desobediencia de este pueblo, Dios les manifiesta su amor y misericordia, cumpliendo el pacto con Abraham, que en él serían benditas todas las naciones de la tierra. Ese es el amor de Dios; nunca cambia, nunca olvida su pacto y sus promesas, nunca deja de ser; por eso les declaró: “Con amor eterno te he amado” (Jeremías 31:3b)
Hoy día muchos muestran actitudes idénticas para con Dios como las del pueblo de Israel, fácilmente olvidan su Palabra, en su corazón albergan dioses que el mundo ofrece y añoran su vida pasada, por tanto, es tiempo de volver a Dios, la Biblia nos dice: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón” (Job 22:21-22)
Dios tiene sus brazos abiertos y presto su regazo para que nos reclinemos en él, y experimentemos su gran amor. Vivamos la más grande aventura de amor en los brazos del Señor, pues no hay amor más grande que su amor, Él nos ha escogido para que seamos especiales ante sus ojos.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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