Un obrero aprobado. Parte 1

Poderoso Dios quiero ser obrero aprobado de tu obra, vivir mis días sin tener nada de qué avergonzarme, usando bien la Palabra de Verdad. Señor quiero ser instrumento útil para tu reino. Amen

“Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”, 2 Timoteo 2:14-16

Pablo le escribe a su discípulo amado, no obstante, al mismo tiempo que le expone a Timoteo como debe actuar un obrero que agrada a Dios, establece también las pautas y exigencias para toda la iglesia, especialmente para los que desean ser usados por Dios. Esto nos enseña cómo podemos ser obreros de la viña del Señor, pero obreros aprobados, obreros útiles para su reino.
Dios manda que roguemos nos envié obreros para trabajar, porque la mies es mucha, pues, nada de lo que hacemos para el Señor es de balde, de muchas formas Dios paga los mejores salarios para sus obreros, pero tienen que ser aprobados. La palabra aprobado en el original es “dokimos” que se refiere a las cosas que han sido probadas y han pasado la prueba, y se utilizaba para el oro y la plata cuando se les ha quitado sus impurezas, por tanto un verdadero obrero ha limpiado su vida y es útil a Dios.
La vida espiritual tiene un comienzo y un proceso de crecimiento y madurez, en la que los cristianos debemos estar preparados para ser productivos en el reino de Dios por tanto la meta de cada obrero y cristiano debe estar centrada y enfocada en agradar a Dios en todo lo que haga.
Tenga como meta en su vida ser un obrero de Dios aprobado.