Un grito desesperado
2018-04-14
1. Oración inicial
Dios altísimo, Dios lleno de amor y misericordia, en el nombre de tu hijo Jesús, perdona mis pecados, si he buscado a otros antes que a ti, en medio de mis dificultades, sálvame, ayúdame a salir de todos mis inconvenientes. A ti daré toda gloria y toda honra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.”, Salmos 69:1-3
«Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón», Salmos 69:32
3. Reflexiona
Muchas veces hemos tenido que pasar por momentos muy difíciles, en los que perdemos la esperanza y llegamos a sentirnos ahogados por la deudas, las dificultades, las enfermedades o cualquier otra situación extrema. Pero, ¿hemos buscado verdaderamente a Dios o nuestro primera reacción es buscar que el hombre solucione nuestros inconvenientes? Lo primero que debemos hacer es buscar a Dios para que vivifique nuestro corazón; es decir, para que nuestra mente, voluntad y sentimientos encuentren equilibrio en Dios.
Buscar a Dios significa confiar en Él, esperar en su respuesta, en actitud de oración y guardando la certeza de que nos escucha y tiende su mano para ayudarnos.
Si hoy estás pasando por un momento que te ahoga o te hace desfallecer, puedes acudir a Dios, en el silencio de tu oración, con un grito espiritual, deposita en Dios toda tu ansiedad, y Él promete, de acuerdo a su Palabra, guardarte en perfecta paz si tú perseveras en Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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