Un encuentro con Jesús
2015-11-20
1. Oración inicial
Padre Amado, dispongo mi corazón para ti, renunció a mi ego y al mundo, quiero vivir a tus pies y te ruego obres con poder en mí, transfórmame como lo hiciste con Pablo, hazme la persona que tú quieras que yo sea, para poder servir en tu obra. Te amo Señor. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras. Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues”.
3. Reflexiona
Pablo siendo joven, fue a estudiar la ley y los profetas en Jerusalén en la famosa escuela rabínica dirigida por Gamaliel. Pablo era un recto joven fariseo, que se destacaba por el estricto cumplimiento de las ordenanzas, donde la religión está basada en obras, en prácticas rutinarias que dejan a la persona en la misma condición de vacío.
Arrasó fanáticamente contra los cristianos. Creía que la nueva secta era una amenaza para el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores castigados. Fue poco después del martirio y muerte de Esteban que Pablo experimentó la revelación que iba a transformar su vida. Mientras iba a la ciudad de Damasco para continuar su persecución contra los cristianos y hacerles renegar de su fe, Jesucristo se le apareció y tirándolo por suelo le pregunta: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?” Por la luz sobrenatural quedó ciego. Pablo ante el Señor se entregó totalmente: «Señor, ¿qué quieres que haga? Jesús le pide un profundo acto de humildad ya que se debía someter a quienes antes perseguía: «vete donde Ananías y él te lo dirá». Después de su llegada a Damasco, siguió su conversión, la sanación de su ceguera y su bautismo. Pablo aceptó ávidamente la misión de predicar el Evangelio de Cristo, quien lo constituyó Apóstol.
Después de esto, Pablo hacía la voluntad de Dios, se fortalecía en Dios, y pasó de ser un perseguidor a ser un predicador. Fue transformado, lleno del Espíritu Santo y fue un nuevo hombre, fundó muchas iglesias, marcó la historia de la iglesia cristiana, y fue usado por Dios para escribir gran parte del Nuevo Testamento.
Hermano, un encuentro con Dios es vital, Dios transforma nuestro corazón sin importar cuan duro y perverso que sea. Nuestra soberbia y autosuficiencia caen al piso, Nuestras debilidades se transforman en fortalezas porque la luz de Cristo quita toda ceguera y con decisión podemos decir: “Señor dime ¿qué quieres que yo haga?”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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