Un encuentro con Dios
2020-06-20
1. Oración inicial
«Gracias Jesús por buscarme y encontrarme en el camino de la vida. Por darme la oportunidad de conocerte y la certeza de que estas a mi lado todos los días hasta el fin del mundo. Por favor, sigue perfeccionando tu obra en mí y transfórmame para ser instrumento de tu amor y de tu luz en este mundo en tinieblas. Confío en que estás obrando tu perfecta voluntad en mí. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía”. Génesis 28:10-16
3. Reflexiona
Jacob tuvo un encuentro extraordinario con Dios que transformó su vida definitivamente, el Señor lo encontró mientras dormía y le dio la promesa de que estaría siempre con él, que lo cuidaría a donde fuera y no lo abandonaría hasta haber cumplido su propósito en él. Jacob al despertar erigió una columna conmemorativa con la piedra donde había reposado y derramó aceite sobre ella y llamó aquel lugar Betel que significa “Casa de Dios” e hizo un voto: “Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da de comer y con qué vestirme y si regreso sano y salvo a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios”. Génesis 28: 20-21
Hoy Dios está hablando a la humanidad a través de Jesucristo, Él es el camino al Padre y ante la imposibilidad de subir por nuestros propios esfuerzos para llegar a la presencia de Dios, Jesucristo representa esa escalera que nos lleva a Él.
El Señor Jesús ha tenido un encuentro personal con cada uno de nosotros, nos buscó de manera muy particular y a todos nos hizo la misma promesa, “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:20b. Nos prometió acompañarnos y cuidarnos en este viaje por la vida y mientras lo hace cumplirá el propósito para el cual nos llamó a cada uno. Igual que a Jacob nos está llevando de retorno a casa; a la casa de nuestro Padre celestial y mientras tanto sigue perfeccionando nuestra vida como dice Filipenses 1:6 “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”; ese día de Jesucristo es el día de su regreso donde recogerá a su iglesia para trasladarla al cielo y estar siempre con nosotros.
No permitamos que ese encuentro con Jesús sea en vano y nuestra vida pase inadvertida en este mundo, Él nos eligió para manifestar su gloria y poder en el lugar donde estemos. Mientras vuelve, el Señor quiere transformarnos totalmente, no impidamos que con nuestra desobediencia y actitudes este proceso se retrase, por el contrario dejemos que el Señor perfeccione su obra en nosotros cada día y cumpla su voluntad en nosotros. Que nuestro encuentro cada día con Dios, llene nuestro corazón de alabanza, adoración y podamos como Jacob decirle: “el Señor será mi Dios”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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