Un corazón cercano a Dios
2021-07-30
1. Oración inicial
«Padre Santo, escudriña mi corazón y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno; es mi anhelo adorarte con corazón sincero, que te agrades en los dichos de mi boca y en la meditación de mi corazón cuando estoy delante de ti, oh Dios. Borra mis rebeliones, límpiame de pecado, crea en mí, Señor, un corazón limpio y renuevame con un espíritu recto, en el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;” Isaías 29:13
3. Reflexiona
En muchos momentos de nuestra vida, al igual que le sucedió al pueblo de Dios, pasamos por tiempos de hipocresía, donde nos acercamos a Él solo con nuestra boca y nuestra honra es únicamente de labios, somos como metal que resuena o campana que hace ruido, porque le cantamos y le alabamos, pero con nuestro corazón lejos de Él. También somos hipócritas cuando nuestro temor a Dios es simplemente un mandamiento de hombres que nos ha sido enseñado, pues nos hace falta acercarnos a Él con un corazón lleno de amor, agradecimiento, respeto, reverencia y devoción; por lo que es importante que nos preguntemos el día de hoy: ¿cómo está nuestra relación con Dios?, ¿qué tan cerca está nuestro corazón de Él?
Dios quiere que sus hijos le honremos como el Padre Santo y bueno que es, con un corazón sincero y no con un corazón hipócrita.
Para poder tener un correcto temor de Dios y una verdadera honra donde nuestra boca y nuestro corazón estén en unanimidad, es necesario que leamos su Palabra, la escudriñemos, meditemos en lo que Dios es y en lo que Él quiere, que entendamos cuál es su voluntad, también permitir que esa espada de doble filo traspase hasta partir nuestra alma y espíritu y deje al descubierto todo aquello que hay en nosotros que no le agrada a Dios, como ese pecado y esa perversidad que no permiten que nuestro corazón esté cercano a Él, y que solo Dios puede quitar, limpiar y transformar.
Adicional, es supremamente importante y necesario tomarnos un momento para pedirle perdón a Dios, que reconozcamos delante de Él cuán lejos estábamos y cuán hipócritas habíamos sido; Dios anhela que nos acerquemos con un corazón contrito y humillado que acepte su pecado y que esté dispuesto a dejarse moldear y enseñar por Él, porque “Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.” (Salmo 25:8-10).
Tendremos un corazón cercano a Dios, cuando nuestra boca hable de la abundancia que hay en él y no solo sean palabras vacías, aprendidas y repetidas.
Así pues, la invitación es a que nos acerquemos a Dios con un corazón sincero, humilde, lleno de amor y de agradecimiento por el perdón recibido y por todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, pues Él ha sido bondadoso y misericordioso.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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