Un camino, una verdad, una vida; ¡Una Decisión!
2020-05-20
1. Oración inicial
«Amado Padre, Señor y Dios nuestro, te damos gracias porque por amor a nosotros enviaste a tu hijo unigénito para que nos enseñara el camino, y la verdad, y la vida que nos conducen a tu santa presencia y con su sacrifico en la cruz del calvario, por su sangre preciosa allí derramada, por su muerte y resurrección, nos liberó de la esclavitud del pecado y nos dio la vida eterna. Susténtanos Señor con la diestra de tu poder y guíanos por tu Santo Espíritu para que no nos apartemos ni a derecha ni a izquierda del camino y de la verdad y de la vida que Cristo Jesús nos enseñó. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y acercándose Elías a todo el pueblo dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle;” 1 Reyes 18:21a
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;” Deuteronomio 30:19
3. Reflexiona
Dios pone delante de nosotros dos caminos, camino de vida y camino de muerte, y Él, que es Señor de señores, respetando el libre albedrío que nos ha dado, deja en nuestras manos escoger el camino que decidimos tomar en nuestra vida y en su amor de Padre solamente nos sugiere “escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.”
Esos dos caminos que Dios pone delante de nosotros son el camino de vivir en la carne que es el camino de muerte y el camino de vivir en el Espíritu que es el camino de vida. Desafortunadamente el creyente quiere andar en el camino de la vida pero no quiere apartarse de las cosas del mundo; es por ello que el Señor nos dice, como Elías al pueblo de Israel: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle;” Porque somos nosotros los que debemos tomar la decisión y debemos tener en cuenta que cuando escogemos el camino a seguir, escogemos también al señor de ese camino, quien en adelante será el que guíe nuestros pasos y guíe nuestro corazón, porque así lo establece la Palabra de Dios: “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.” (Jeremías 10:23) Dicho claramente, si escogemos el camino de la muerte será el señor de ese camino, satanás, el que guíe nuestros pasos y el que guíe nuestro corazón y, si escogemos el camino de la vida será el Señor de ese camino, Jesucristo, quien guíe nuestros pasos y guíe nuestro corazón.
Al cielo y a la tierra llama Dios por testigos de que nos ha dado la alternativa de la vida y de la muerte, de la bendición y la maldición, y que nos ha aconsejado que escojamos el camino de la vida para que vivamos nosotros y nuestra descendencia. Preguntémonos ahora, ¿Qué camino estoy andando? ¿Aún sigo claudicando entre dos pensamientos? Recordemos queridos hermanos que con Dios no hay término medio: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.” (San Lucas 11:23)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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