Tu palabra es nuestro sustento
2016-12-11
1. Oración inicial
Señor ayúdanos a escuchar tu Palabra y aplicarla a nuestra vida para poder cambiar. Haznos hacedores de tu Palabra.
2. Lee la palabra de Dios
«La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.», Salmo 19:7-10
«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.», Santiago 1:19-25
3. Reflexiona
A veces hablamos demasiado y escuchamos poco, Dios nos dio solo una boca para hablar y dos oídos para escuchar. Con esta actitud comunicamos a los demás que nuestras ideas son más importantes que las de ellos. Igualmente es cuando hablamos demasiado y no dejamos que Dios nos hable a nosotros a través de su Palabra. Nos volvemos necios.
Es muy importante lo que la Palabra de Dios nos dice pero mucho mejor es si la obedecemos. Para esto tenemos que abrir nuestros oídos espirituales y permitirle al Espíritu Santo nos de sabiduría para aplicarla a nuestra vida. La salvación no viene de utilizar métodos humanos, sino de ser humildes y amables aceptando la Palabra implantada, que Dios ha hecho que se arraigue en nuestro corazón.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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