Tu amor no se rinde
2024-09-30
1. Oración inicial
«Padre, me has enseñado que tu amor no se rinde, pues he sido testigo de que me has buscado incansablemente todas las veces que he tratado de alejarme de ti y me has atraído una y mil veces a tus brazos. Hoy que he entendido ésto quiero ir y hacer con otros lo mismo.»
2. Lee la palabra de Dios
“Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.” Juan 21:4-7
3. Reflexiona
La Biblia nos muestra en el pasaje principal de hoy que algunos de los discípulos se encontraban reunidos junto al mar de Tiberias practicando un oficio anterior, que por seguir al Señor, habían abandonado. Con exactitud no podríamos saber el por qué decidieron retomar la práctica de ese oficio, sin embargo, lo que se quiere resaltar es que Jesús los ha ido a buscar, pero ¿Por qué? Porque el Señor quiere recordarles que el propósito para el cual los ha llamado no es para ser pescadores de peces, sino pescadores de hombres (Mateo 4:19)
Cuando leía esto me preguntaba: ¿A cuántos de nosotros, al igual que a los discípulos, se nos puede olvidar fácilmente el propósito de nuestro llamado? En ocasiones las situaciones adversas, los lujos, la vanagloria de la vida, la creación de un nuevo proyecto, la familia, entre otras cosas, nos pueden desenfocar de lo realmente importante, y por ello debe nuevamente intervenir el Señor para recordarnos en lo que verdaderamente deberíamos estar centrados: Apacentar sus ovejas (Juan 21:15-17). La palabra apacentar nos indica que se nos ha entregado un rol importante: El de pastorear, cuidar, velar por las ovejas (los creyentes en el Señor), y como podremos imaginarnos, el apacentar no es una tarea fácil pues implica varias cosas importantes: Constancia, dedicación, dirección, servicio, pero sobre todas estas cosas, amor (Colosenses 3:14) Así es, amor. Y ¿Cuál amor? el amor de Dios, el cual como dice Romanos 5:5b ya lo tenemos, pues es solo a través del amor del Señor que podremos cumplir con esta grandiosa tarea y perseverar en ella para no desistir, pues si hemos aprendido algo de Jesús es que Su amor no se rinde.
Hermanos, el llamado para este día es a no rendirnos al manifestar el amor de Dios a otros. En este día oremos y pidámosle al Señor que ponga en nuestra mente esas personas que no han regresado a la iglesia, para que con Su amor y por Su amor, podamos ir y hacer lo que Jesús, recordarles que su propósito no está por fuera, sino en Cristo Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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