Toma posesión de tus bendiciones
2020-04-18
1. Oración inicial
«Señor hoy me apropio de tus promesas, no me apartaré de tu ley ni a la derecha, ni a la izquierda, ayúdame en mis debilidades, pues quiero esforzarme y ser valiente porque anhelo que me prosperes en todas las cosas que yo emprenda y que tu presencia vaya conmigo donde quiera que yo vaya. Te amo Señor. Amen. «
2. Lee la palabra de Dios
«Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas» Josué 1:7-9
3. Reflexiona
Dios levanta a Josué, un líder valiente, que dependía enteramente de Dios, para que pase el río Jordán con los israelitas, a poseer la tierra que les había prometido, pero esa tierra estaba llena de gigantes y tenían que pelearla. No era tarea fácil pero Dios fortaleció a Josué, le prometió estar con él, le mandó esforzarse y ser valiente y todo lo que su pie pisare Dios se lo daría.
Ahora, habrá días en que decae nuestro ánimo y vemos gigantes las dificultades, pero es el momento de dar pasos de fe y no bajar la guardia, porque la batalla de la fe no se pelea una sola vez, sino una y otra vez. Vemos a los israelitas, que cuando cruzaron el mar Rojo pensaron que ya no tendrían más batallas, por eso, cuando oyeron el informe acerca de los gigantes que vivían en la tierra prometida, decidieron no emprender la batalla; su valor se esfumó, por tanto tuvieron que pasar 40 años en el desierto, pero no pudieron evitar la batalla. Cuando llegó el tiempo para que la generación siguiente entrara en la tierra prometida, los gigantes aún estaban allí. Sin embargo, esa vez los israelitas se armaron de valor para enfrentarlos, y ese valor vino de la voz de Dios, de su Palabra en la cual Josué meditaba día y noche, palabra que había guardado en su mente y en su corazón.
En estos tiempos, vivir la vida bajo los parámetros de Dios exige esforzarse y ser valiente, pues se necesita ser valiente para pelear con gigantes en nuestra vida, como levantarse contra la enfermedad y declararse sano en el nombre de Jesucristo. Se necesita ser valiente para esperar la prosperidad cuando le queda la última moneda y la pobreza está tocando a la puerta. Se necesita ser valiente para que a pesar de todo faltante alabemos y adoremos a Dios con todo nuestro corazón.
Hermano, entra a tomar posesión de lo que Dios te ha dado, aprópiate de las posesiones espirituales, escritas en su Palabra, te esforzarán y te darán valor para continuar. Experimenta la victoria que tenemos en Jesucristo y recíbelo como tu Salvador. Vive esa liberación y entra en una nueva etapa, en una nueva dimensión, en la cual disfrutarás de las bendiciones preparadas para ti en esta vida y en la vida eterna.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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