Toda bendición tiene condición

Padre que esta palabra se quede gravada en mi corazón y pueda obedecerla cuidadosamente y así poder apropiarme de tus promesas que son Sí y Amén, gracias Señor. Amén

“EL Señor te pondrá a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente. No te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses y servirles”, Deuteronomio 28:13-14

Dios nos da autoridad, si le obedecemos en todo; siempre hay un sí condicional de Dios: Si obedecieres cuidadosamente…si no te apartares…más si desde allí buscares a Jehová…
Muchos cometemos el error al pensar que el Todopoderoso y eterno Dios está en la obligación de complacernos incondicionalmente. El Señor nos dio su palabra, que es la Biblia, como una balanza con dos grandes platillos; en el uno están las condiciones, en el otro las promesas; si tu cumples las condiciones Dios cumple las promesas; pero si no cumples no tienes derecho a sus promesas.
El Si condicional es inevitable en las promesas de Dios: Si obedecemos somos cabeza, sí desobedecemos seremos cola. LA CABEZA, dirige, controla, sabe para dónde va, llega primero a la meta, está arriba. LA COLA, no dirige, está controlada, mira hacia atrás, llega de último, está abajo.
Ser obedientes a la voz de Dios implica dejar muchas cosas que me agradan, y sé que al Señor no le agradan, implica cambiar el rumbo de mi vida y esas son decisiones que solamente yo puedo tomar; entonces las bendiciones del Señor se cumplirán en mi vida.