Su paz me dejó

Padre, gracias por enseñarme a través de Jesús, que, si permanezco en ti, tengo paz y seguridad, que no tengo porque estar angustiado, si no que, a través de tu palabra y la oración, puedo llevar todas mis cargas a ti, aprender de Jesús que es manso y humilde de corazón, y como resultado o fruto, hallar descanso para mi alma

«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”, Filipenses 4:6-7
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga», Mateo 11:28-30

Cuando permanezco en Jesucristo, cuando tengo una relación íntima con él, a través de la Biblia y la oración, entonces produzco fruto. como en Gálatas 5:22. Los primeros frutos son el amor, el gozo y la paz. En contraste con el mundo, según varios estudios de las principales clínicas en el mundo, se ha encontrado una alta relación, que explica que más del 80% que las enfermedades tienen un solo origen, el estrés. Significa que la persona no está en paz, no tiene tranquilidad, está en amargura, en estado de incredulidad, sin perdonar, esto lleva a enfermar sus órganos o a una difícil recuperación. Esto es el fruto de la carne, mientras que el fruto del Espíritu es inicialmente esa paz indecible que supera todo entendimiento.
Aprender de Jesucristo, conforme a Mateo 11:28, es imitar su humildad, su mansedumbre y como resultado hallaremos descaso para nuestras almas, es decir cómo está escrito en Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” La verdadera paz y tranquilidad en nuestro diario vivir, realmente la encontramos en Jesucristo, cuando recibimos a Jesús, el primer fruto que él espera es que tengamos paz, a pesar de las dificultades, pruebas, dolor, o cualquier circunstancia que estemos pasando, no dudemos, porque escrito está, el mismo Dios todo poderoso dice “por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
Algunas referencias científicas que demuestran este énfasis sobre el estrés:
– http://www.cancer.gov/espanol/cancer/sobrellevar/sentimientos/hoja-informativa-estres
– http://www.bvs.sld.cu/revistas/hih/vol22_3_06/hih02306.html