Su Palabra es viva
2016-04-20
1. Oración inicial
Señor gracias por tu palabra porque me da viva, porque desnuda realmente lo que soy y lo que tengo, me conduce a toda verdad y transforma mi forma de pensar
2. Lee la palabra de Dios
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón..”, Hebreos 4:12
“Por lo cual dice:Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos,Y te alumbrará Cristo.”, Efesios 5:14
3. Reflexiona
La palabra de Dios, cuando es predicada manifiesta en la persona que la escucha lo que verdaderamente tiene por dentro. Cuando no creía en Cristo y vivía conforme a mi propio pensamiento, alguien lleno del Espíritu Santo, me habló el argumento de Dios, escrito en su palabra y derribó los argumentos llenos de mentira que tenían esclavizada mi mente, así mismo por la palabra o la predicación de este siervo me di cuenta de mi verdadero estado de vida, la palabra realizó un diagnóstico correcto de mi enfermedad, pero también me dio una solución real, la verdadera medicina para el alma: la cruz del calvario. Yendo a los bazos de Jesús pude encontrar paz, sanidad y una esperanza real, ante el vacío que existía en mi vida.
Así mismo tú, que hoy lees este devocional puedes encontrar en la palabra, el verdadero argumento que discierne el estado verdadero en que te encuentras y puedes ir a los brazos del amado, del rey de reyes y Señor de señores. La palabra de Dios derriba todo argumento de mentira, de enfermedad, de fracaso y de pecado que se encuentra en nuestra vida y nos lleva al conocimiento de Dios, por esto llevamos todo pensamiento para que se someta a la verdad del Altísimo, según 2 Corintios 10:5.
Cuando llevamos la palabra de Dios a otras personas, estamos llevando la luz que muestra el estado real de la persona, lo que la lleva al arrepentimiento o a rechazar la verdad porque prefiere vivir en oscuridad, luego Dios acepta al pecador no porque este sea bueno si no porque reconoce su estado de pecado, reconoce al que puede sanarlo y salvarlo.
Por tanto, no desmayemos en aceptar y practicar su palabra en nuestras vidas y de llevarla a los que, mediante la predicación, serán levantados de los muertos.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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