Su Palabra es su voz

Señor, permíteme ser sensible a tu voz, cada día aboga por mi, para no caer, para no rendirme

«El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?», 1 Reyes 19:11-13

Debemos luchar incansablemente, por no ceder ante la tentación, por no tomar el camino de nuestros propios deseos y sentimientos; entregarlos a Jesús para que El disponga en nosotros su voluntad; sin embargo debemos enfrentar una lucha, así estemos desanimados, su palabra es la herramienta que no debemos soltar, aun estando lejos, El nos rescata y el medio es su palabra, conforme al Salmos 119:176 “Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos”. Si no tuviéramos su palabra que seria de nosotros?
Pero ciertamente, tenemos su voz, dándonos ánimo, así que apliquemos lo que dice Efesios 6:20 “ Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”.
Esfuérzate y se valiente, es su llamado contante para no decaer en la batalla, pues Él nos dio la victoria mediante su sangre; el demonio querrá engañarnos y confundirnos para que olvidemos esta verdad y mediante los deseos del mundo nos ofrecerá todas las tentaciones posibles, todas la distracciones, pero solo El nos dio vida verdadera. Busquemos su paz, ya que nada se compara a lo que Dios nos ofrece, no hay sentimiento por puro que parezca, ni hay emoción tan grande, que se compare a su presencia, a el deleite que nos da su palabra.