¿Somos necios o sabios?
2017-04-02
1. Oración inicial
Señor, dame entendimiento para tener cuidado de cómo vivir, no siendo insensato sino prudente en todo lo que hago, aprovechando el don del tiempo que me has dado. Mi mayor deseo es buscarte, amarte, conocerte y hacer tu voluntad, con la plena certeza de que tu tendrás cuidado de mí y suplirás todas mis necesidades. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”, Efesios 5:15-17
3. Reflexiona
El Señor nos pide andar sabiamente, para esto debemos andar con cautela y mantener así, la pureza de nuestro corazón y vida, alejándonos del pecado. El tiempo es un talento dado por Dios y de nosotros depende si lo malgastamos o lo perdemos, cuando no lo usamos sabiamente.
Es fácil quejarnos por los malos tiempos, pero esto debería estimularnos para redimir el tiempo que hemos desperdiciado en banalidades pasajeras y enfocarnos en lo eterno y trascendente, como es el conocer a Dios y hacer su voluntad. La ignorancia de lo que debemos hacer con nuestra vida y la negligencia en cuidar nuestra área espiritual, son la muestra más grande de la necedad humana. Recordemos, que darle paso al pecado nos llevará a otros males, porque este nunca va solo.
Jesús le dijo a Marta, la hermana de Lázaro, que estaba muy turbada y preocupada por muchas cosas y que solo una cosa era necesaria e importante. Fue lo que María su hermana hizo, sentarse a los pies del Señor y escuchar su Palabra. Buscaba primeramente el reino de Dios y Jesús lo llamo “la buena parte”. Esto equivale a buscar diariamente el rostro de nuestro Dios, descansando en sus promesas, porque cada día trae su propio afán. Viviendo como sabios, siendo hacedores de su Palabra.
Procuremos entonces, cultivar una vida ferviente de oración y meditación en las Escrituras, buscando ser llenos de su Espíritu Santo y evitando todo aquello que pueda contristar o apagar a nuestro amado Consolador. Pongamos atención de cómo estemos andando, teniendo claro cual es la voluntad del Señor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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