Sometimiento a las autoridades
2020-09-24
1. Oración inicial
«Padre soberano sobre todo ser y sobre toda vida; todo honor, honra y gloria sean para el creador de todas las cosas, el Dios omnipotente, omnipresente y omnisciente que lo que quiere, se hace arriba en los cielos, en la tierra, en los mares y en los abismos; hágase en nosotros Señor tu voluntad soberana y perfecta. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Romanos 13: 1
3. Reflexiona
Dios, nuestro Dios, es un Dios de orden, autoridad, disciplina, justicia y de juicio y, por ello, nos exhorta a someternos a las autoridades superiores en cualquiera de los ámbitos en que nos desempeñemos; precisando que esto debemos hacerlo porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay, por Él han sido establecidas, sean civiles, militares, eclesiásticas y de todo orden.
Por tanto, no obedecer, no respetar las autoridades que corresponda, es desobediencia a Dios y esto trae sus consecuencias: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.” (Romanos 13:2) “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.” (1 Pedro 2: 13-14)
Las autoridades, conforme a la voluntad de Dios, están para infundir temor al malo por lo que, el que hace el bien ¿a qué temer? “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al malo.” (Romanos 13: 3-4)
La palabra de Dios termina diciéndonos con relación a las autoridades: “Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos los que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.” (Romanos 13: 5-7)
Por último, Dios, nuestro Dios, es Dios de toda autoridad en los cielos y en la tierra: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.” (Salmos 135:6)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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