Soltando el pasado
2019-02-08
1. Oración inicial
Amado Señor, gracias por tu promesa, eres Dios de nuevos comienzos, haz que deje atrás mi pasado, lo que no me edifica y entristece. Ayúdame a poner mis ojos en ese futuro glorioso que has preparado para los que te amamos. Quiero disfrutar cada día en tu presencia. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido. Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”, Isaías 43:18-21
3. Reflexiona
Dios le está diciendo a Isaías “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”. Pide, que olviden sus fracasos, se acojan a su perdón y miren el futuro, pues anuncia la liberación de su cautividad del dominio de Babilonia, poniendo de relieve que Él es su Creador y Redentor, quién los gobierna y protege, mostrando su relación íntima y especial con su pueblo escogido.
Esta hermosa promesa de la Palabra de Dios no sólo es para el pueblo de Israel, sino que nos toca a nosotros, ya que se describe la redención de los pecadores por Cristo y la conversión de los gentiles, mostrando de esta manera su obra de amor y redención por la humanidad entera.
Dios mostró su amor y eterno poder con Israel cuando fue guiándolo y abasteciéndolo de agua en el camino del desierto, desde el Mar Rojo hasta Canaán. La nueva liberación que aquí se promete: “haré cosa nueva” corresponde a todos los que creerán en Jesús, en el desierto de este mundo por la influencia del Espíritu Santo, en una manifestación de poder y amor de Dios que eclipsará la primera liberación del pueblo de Israel.
El Señor dice que abrirá camino en el desierto del mundo entero, regándolo con torrentes de agua, refiriéndose al derramamiento de su Espíritu en su futura iglesia, las maravillas que Dios obrará hará que no traigamos a memoria las cosas antiguas sino que nos enfoquemos sólo en el propósito de glorificar a Dios, sin que los fracasos de nuestro pasado opaquen nuestro futuro con Él. Somos una nueva creación para la alabanza suya.
Dios reserva un destino nuevo no sólo para Israel, sino para todos los creyentes como un solo pueblo escogido para su gloria. Esperemos las cosas nuevas que el Señor hará en nuestras vidas. Confiemos en su Palabra como dice 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Debemos dejar de mirar el pasado porque Dios quiere que nos enfoquemos en lo que está delante de nosotros, quiere sanar todo lo que nos duele y que lo dejemos ir, para no quedarnos atrapados en el pasado, perdiendo de vista las cosas nuevas que Él ha preparado para nosotros. Fijemos nuestros ojos en el poder de Jesús como dice Hebreos12:2a “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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