Soberano Dios

Gracias mi amado Dios, porque todos mis tiempos están en tus manos, en las circunstancias difíciles tus ojos están puestos sobre mí, ayúdame a confiar en ti y a esperar en tus promesas. Amén.

“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén”.

Los períodos difíciles son aquellos cuando nuestra fe es puesta fuertemente a prueba. No olvidemos que Dios está presente e involucrado en nuestras vidas aunque parezca que no nos oye y nos ha abandonado. El sigue caminando a nuestro lado aunque no lo veamos. Pero a veces estamos tan absortos que no evidenciamos su presencia. ¿Qué pasa? Estamos confiando demasiado en lo que sentimos y muy poco en las promesas de Dios.
Si estamos cruzando ese camino polvoriento y las circunstancias de la vida nos tienen confundidos y abrumados, recordemos que nunca el silencio de Dios es desinterés por nosotros y entendamos que con Dios aun cuando nada esté ocurriendo, algo siempre está pasando, porque Él actúa soberanamente.
La Biblia nos dice que sus ojos están sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones, su diestra nos sustenta y sus promesas son reales y se cumplen en su tiempo. El tiempo en que Dios obra es perfecto, aun cuando parezca estar atrasado, Él siempre llega en el momento preciso.