Siempre. Parte 1

Señor Jesús, ayúdame a mantenerme constante, siguiendo tu ejemplo de vida, permaneciendo en tus palabras, que mi vida también sea ejemplo para otros en santidad y amor, amén.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”
Filipenses 4:8-9

Siempre siempre debemos hacer lo correcto o buscar corregir lo malo que hayamos hecho, así el mundo nos pague mal, así todo el mundo siga pecando y haciendo cosas malas, no debemos ni tenemos porque caer en lo mismo; si El mismo Señor Jesucristo habita en mi corazón, puedo y debo hacer las cosas diferente.
No porque muchas personas practiquen algo, quiere decir que este bien, pues el mundo y sus caprichos pasarán pero el que hace la voluntad de Dios permanecerá para siempre (1 Juan 2:17). Para conocer su voluntad debemos alinear nuestro pensamiento a su Palabra, para entender lo que Dios anhela que hagamos debemos cambiar la forma en que pensamos. Cómo una flor de loto que crece en el fango, no nos contaminemos de las cosas de este presente siglo de luces falsas, sino que aferrados a sus promesas escritas en la Biblia, vivamos para El, haciendo lo que a Dios agrada y no agradando al mundo ni practicando la maldad de los hombres que no vienen al arrepentimiento.

Apliquemos entonces, lo que dice en 1 Pedro 2:21 “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;”, siguiendo el ejemplo de Jesús y no el mal ejemplo del mundo.