Señor tú eres El Camino, La Verdad y La Vida

Amado Dios, te agradezco porque me mostraste el camino hacia el Cielo, me has revelado la Verdad que conduce a la Salvación de mi alma y me diste vida y vida en abundancia. Gracias Señor Jesucristo por estar en mi vida y ser mi Señor y mi Salvador, amén.

“Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”, Juan 14:4-6

Este texto del evangelio de Juan es muy conocido y nombrado, pues guarda un inmenso significado y valor. Jesús se encuentra en sus últimas horas, se acercaba el cumplimiento de su misión y daba ánimos a sus discípulos a tener confianza, fe y esperanza en las promesas de Dios y es cuando Tomás le dice: «Señor, no sabemos a dónde vas ¿cómo pues sabremos el camino?».

El hombre tiene preguntas que en sí mismo no encuentra las respuestas, por ejemplo: ¿De dónde vengo y para dónde voy? Cuando Jesús dice de sí mismo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” Juan 14:6, da a entender que no hay otra manera humana de encontrar respuesta a las preguntas del ser humano. No existe otra opción y la decisión de seguir El Camino, conocer La Verdad y recibir La Vida corresponde a cada uno de nosotros.

Hoy vivimos en un mundo donde los puntos de vista dependen del cristal con que se los mire. Se considera que no hay bien o mal absolutos, todo depende de las circunstancias y cómo se piense.
El hombre busca el sentido, propósito y verdad de la vida sin encontrarlos, porque los busca fuera de Jesucristo.

Jesucristo es el camino que da paz al corazón, es el camino hacia las moradas celestiales. Él es la Verdad que nos hace libres y nos da vida abundante y eterna.