Señor no quiero traicionarte
2021-01-03
1. Oración inicial
«Señor tú me invitas todos los días a sentarme a tu mesa para tener comunión contigo, para llenarme de tu Palabra y así fortalecer mi fe en ti. No permitas que ninguna situación de este mundo o alguna voz extraña me incite a alejarme de ti, de tal manera que te traicione o te abandone. Dame la fuerza para soportar la presión. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
«Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregárselo. Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle.» Marcos 14:10-11
3. Reflexiona
Cuando Jesús dijo en Marcos 14:18 “Y cuando se sentaron a la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar.” Y en el versículo 27(NTV) “Todos ustedes me abandonarán”, más uno de los discípulos se dijo para sí mismo: “yo no lo haré” y quizás nosotros también lo hemos dicho. Pero habrá situaciones en la vida cristiana tan tensas, donde sentiremos la presión del mundo sobre nosotros, que pueden hacer tambalear nuestra fe, es allí donde podemos traicionar o abandonar a Jesús, y aún más como el apóstol Pedro, llegar a negar que conocemos al Señor.
Y es que hay cosas en la vida que pueden hacernos fallar, como cuando alguien usa el chantaje y la extorsión para que cedamos ante algo ilegal, o cuando en nuestro trabajo se nos prohíbe hablar de nuestra fe, o cuando mentimos para ocultar cualquier falencia en nuestra vida, etc.
Jesús le hace la última llamada de amor y advertencia a Judas, diciéndole: «Yo sé lo que piensas hacer. ¿No quieres detenerte?, pero Judas está cegado por la codicia y no entiende las consecuencias de lo que hará. Así es con nosotros, el Señor nos llama con amor y nos advierte lo que sucederá si nos desviamos del camino, pero Él respeta nuestra libre voluntad, su amor nos invita a hacer lo correcto, su verdad nos advierte de las consecuencias de nuestros pecados. Lo terrible de todo esto es que no pongamos atención a su voz y terminemos haciendo lo que no está bien. No habrá más responsables de nuestro pecado que nosotros mismos.
Este pasaje es una invitación de Dios a que lo amemos de tal manera que su voz, su Palabra, sea más atractiva que cualquier voz que nos invite a traicionarlo o a abandonarlo. Vendrán tiempos muy difíciles que sólo podremos soportar si permanecemos al lado de aquel que quiere que estemos todos los días en comunión con Él, en oración y en el conocimiento de su palabra. ¿Negaremos nuestra fe cuando nos identifican como cristianos?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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