Sencillez para creer en el evangelio
2021-05-25
1. Oración inicial
«Señor gracias por el gozo que sientes cuando en el poder de tu Espíritu me dejo usar para llevar las buenas nuevas, predicar lo que los profetas anunciaron y que se cumplió plenamente en ti, que eres el Mesías que vino a este mundo para redimirlo. Sólo en ti tenemos salvación y vida eterna. Dame denuedo para hablar y mostrar al mundo que puedes transformar vidas para tu gloria y honra. En Cristo Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”, Lucas 10:21-24
3. Reflexiona
Qué hermosa porción de la Palabra de Dios para que meditemos hoy. La oración de Jesús, donde manifiesta la relación que atesora con el Padre celestial y cómo se regocija en el Espíritu dando gracias a Dios por la misión exitosa de los setenta discípulos que envió a predicar, resalta la sencillez con la que aceptaron el evangelio, la manera en que conocieron a Jesús y se dejaron llenar de su gracia. No como muchos que se creen sabios y endurecen el corazón a su Palabra.
1 Corintios 1: 26-27 dice: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”. El Señor no escoge hombres sabios y perfectos sino personas que estén dispuestas y se dejen formar para Él.
Por eso Dios, nos dio a los indignos una dignidad propia; a los que estábamos muertos en pecados, vida eterna; a los que no teníamos valor a los ojos del mundo, importancia; porque le costamos la sangre de su Hijo. El cristianismo redime y direcciona a las personas hacia una nueva posición espiritual. Como dice Colosenses 3:2-3 “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.
Para que sus discípulos pudieran hablar de Dios, lo que Jesús hizo fue mostrar a Dios a través de su vida, su mente y su corazón. Él es la consumación de toda la historia, es el que todos los profetas anunciaron y el que todos los santos y reyes esperaban. Ellos tuvieron el privilegio de ver y oír al Mesías en persona, por eso Jesús los llamó bienaventurados. Si queremos saber cómo es Dios, sólo debemos acercarnos a Cristo y conocerlo a través de su Palabra. Que el Señor pueda decirnos: “bienaventurados los que no vieron y creyeron” Juan 20:29b
El Señor desea que nuestra mente sea como la de un niño, abierta y llena de confianza para recibir su Palabra, que tengamos ojos y oídos para escuchar su verdad. Mientras más claramente dependamos de la enseñanza, ayuda y bendición del Hijo de Dios, más conocidos seremos del Padre y del Hijo; más bendecidos seremos para ver su gloria a través de nuestras vidas en este mundo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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