Sencillez de corazón. Parte 1
2021-02-22
1. Oración inicial
«Padre, así como Jesús que se dio así mismo por mí, quiero comunicar y vivir ese amor colocado en mí por tu Espíritu, teniendo un corazón sencillo que piense en las necesidades de los demás antes que en las propias y que viva en comunión con otros creyentes para dar a conocer el mensaje de Cristo. En el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,” Hechos 2:46
3. Reflexiona
Tener sencillez de corazón implica comunión, gozo y un corazón humilde.
Tenemos sencillez de corazón cuando aprendemos a compartir con otros, a escucharlos pacientemente y a trabajar en equipo para lograr un fin sin imponer nuestras ideas. Buscar la unanimidad implica llegar a acuerdos, también compartir lo que tenemos con otros sin egoísmo; este era el ejemplo de las primeras comunidades cristianas, en el primer siglo. Luego de la venida del Espíritu Santo sobre los creyentes, podemos ver cómo ellos, los que habían creído, estaban unidos de corazón y en espíritu; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. (Hechos 4:32).
Otro ejemplo muy claro es cuando nos sentamos a comer con otra persona, estamos disfrutando individualmente de la comida pero compartiendo el mismo gusto y satisfacción con otro; tal vez lo que más sabor le da al plato no es el alimento en sí mismo, sino la experiencia de compartir con nuestro prójimo.
Y lo que causa esa comunión, esa unión espiritual, es el Espíritu de Dios, ese amor de Dios derramado en nuestro corazón. Entre más amor de Dios experimentemos en nosotros, mayor debe ser nuestra comunión con nuestros hermanos y nuestro amor hacia el prójimo.
Así que hoy, pongamos en práctica el llamado de vivir en comunión como creyentes en Cristo, pero también, dejando todo egoísmo, vivamos la sencillez de corazón tomando en cuenta lo que nos dice el Señor Jesús: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;” (Mateo 25:35)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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