Seguridad en medio de la dificultad

Señor, puedo tener la certeza de que están atentos tus oídos a mi oración y que me ayudas en mis necesidades, por lo tanto puedo descansar en tu gran amor y cuidado. Amén.

«No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.» Salmo 37:19.

Es evidente que hay una crisis en este mundo actual: económica, social, de salud, política, ambiental, etc. Se han agudizado las diferencias y el radicalismo, y la falta de moral ha alcanzado niveles nunca antes vistos.

Nuestro país está sufriendo una escasez de empleo y abunda la corrupción, la cual quita oportunidades, queda el dinero en manos de pocos, y esto termina afectando a muchos.

Dios provee esta promesa para los que creemos: seremos prosperados en tiempos de crisis, tendremos abundancia en medio de la escasez. Las promesas de Dios son como un cheque respaldado por el que nunca falla: podemos cobrarlas y el requisito es nuestra confianza depositada totalmente en Dios. Él es nuestro proveedor, sin embargo busquemos primeramente tener una relación íntima y personal con Él por medio de su Palabra y en oración llevemos todas nuestras necesidades, obedezcamos sus instrucciones, aferrémonos a sus promesas y seremos saciados.