Sanidad del cuerpo
2021-06-19
1. Oración inicial
«Padre, nada hay imposible para ti, por medio de Cristo me has salvado y me has sanado de mi enfermedad espiritual, y también hoy quiero recibir sanidad de mis dolencias físicas. Te clamo mi Dios sanador, por todos los que están en su lecho de dolor y enfermedad para que los tomes de tu mano, les des fortaleza en medio de su dificultad y conforme a tu voluntad restaures su salud. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias;” Salmos 103:3
“Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.” Marcos 1:30-31
3. Reflexiona
Hoy estamos llamados a clamar por los enfermos, por aquellos que están pasando por esta dificultad, para que el Señor los conforte y aliente en el lecho de dolor (Salmos 41:3). Mañana podríamos ser nosotros, nadie está exento pues vivimos en un mundo caído que heredó la enfermedad y la muerte, fruto del pecado de Adán. Pero así como entró la enfermedad y la muerte por Adán, por medio de Cristo, entró la sanidad y la vida abundante, y en la futura redención de nuestros cuerpos, la vida eterna. (1 Corintios 15:21).
Confiemos en lo que declara la escritura “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Corintios 15:22), pues Dios es poderoso para devolver la salud física; así como hizo con la suegra de Pedro, pidamos hoy que tome de la mano a los enfermos y ellos recuperen la salud, para que puedan servirle.
No tenemos un Dios ajeno a nuestras dolencias, aunque nos hemos apartado y colocado nuestra confianza en el mundo, es momento de volver a Él, pues sus oídos están atentos a nuestras oraciones, pero nuestra fe y esperanza debe estar hoy puesta en Jesús, pues toda sanidad es fruto de nuestra fe en sus promesas; hoy acordémonos de lo que Él es y de lo que Él puede hacer por nosotros, por nuestros amigos y familiares en enfermedad, y oremos a Dios con toda confianza meditando en su Palabra y tomándola para nosotros, declarando: Señor, perdona todas mis iniquidades y sana todas mis dolencias y las dolencias de mis familiares y amigos.
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” (Romanos 8:11)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn