Saliendo de la tentación
2025-04-23

1. Oración inicial
«Padre, tu palabra dice que no llega a nuestra vida una tentación que no sea humana, pero aun así, Tú estás ahí atento para que no seamos tentados más allá de lo que personalmente podemos resistir y, para darnos en la tentación, la salida; Padre bueno, gracias por tu fidelidad y tu oportuno socorro; gracias también por tu Palabra que me permite entender que ninguna incitación a hacer el mal proviene de ti, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” Santiago 1:13-15

3. Reflexiona
Los cristianos, al igual que todo ser humano, somos de carne y hueso y estamos expuestos a las diferentes sensaciones, emociones y sentimientos que en nuestro cuerpo y alma se pueden experimentar, y es precisamente a través de esto que llegan las tentaciones a nuestra vida, porque hay deseos ilícitos, pensamientos impuros, sentimientos desbordados y conductas erradas, que si por algún motivo le damos cabida en nuestra vida, nos terminan llevando a caer en pecado.
Es por esto que, cuando se nos presente algún tipo de tentación que sea basada en algo que sabemos que no agrada a Dios, que no está bien o que no es correcto, no podemos de ninguna manera pensar que nos la ha enviado Dios y que entonces debe ser por algo bueno, que quizás el Señor quiere que experimentemos aquello que nos parece agradable, bueno o codiciable, puesto que, lo que realmente dice la Palabra, es que Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie, sino que cada uno de nosotros es arrastrado o atraído por sus propios deseos.
De manera que, queridos hermanos, no podemos ser ingenuos o insensatos en nuestra manera de pensar, sino que, cuando nos estemos sintiendo atraídos o seducidos por alguna cosa mala, debemos enseguida reaccionar entendiendo que es algo que no proviene de Dios, que no agrada a Dios y que no es para nuestro bien; y entonces, lo que sí debemos hacer en lugar de ceder a ello, es ir y entregárselo a Dios en la intimidad de la oración, pues la palabra de Dios en Hebreos 4:15 dice que Jesús puede compadecerse de nuestras debilidades por cuanto Él también fue tentado en todo, pero sin pecado; de modo que, confiadamente al trono de la gracia nos podemos acercar y por su misericordia y gracia, el oportuno socorro hallar, pues si de la tentación queremos salir, a Dios debemos ir, y a nuestro razonamiento renunciando para no terminar pecando.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn