Rumbo a Nínive o a Tarsis
2020-08-12
1. Oración inicial
«Señor, cuando mi alma desfallecía, me acordé de ti, Dios clemente y compasivo, que perdona la maldad por medio de la sangre preciosa de Cristo, y me rescataste de mis pecados que me mantenían esclavo y condenado a muerte; ahora guía mis pasos para que mi vida tome la dirección de tu voluntad buena, agradable y perfecta. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del SEÑOR.”, Jonás 1:2-3
3. Reflexiona
¿Cuál es el rumbo por el que vamos en nuestra vida, camino a obedecer a Dios o nuestro propio camino?
Jonás se embarcó en Jope para llegar a Tarsis, que era el punto más opuesto a Nínive, que era donde Dios le había mandado a ir.
Así hemos vivido nosotros, cuando en muchas situaciones de nuestra vida tomamos el camino opuesto al que deberíamos tomar y en lugar de seguir los principios o planes de Dios, hacemos lo contrario.
Jonas, con su decisión, no solo se perjudicó a sí mismo, sino a aquellos que acompañaban su viaje (Jonás 1:4,7). Pensamos que no pasa nada, que podemos seguir nuestro rumbo, pero debemos recordar, así como le recordaron a Jonás: ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? (Jonás 1:8).
Somos hijos de Dios por medio de la fe en Cristo, (Juan 1:12), somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo (Filipenses 3:20), somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9)
Los planes del Señor son más altos y más grandes que los nuestros, ahora que recordamos quienes somos, preguntémonos nuevamente ¿cuáles son mis planes?, ¿cuál es mi rumbo?, ¿para dónde voy? Seguro, que cada uno de nosotros, encontrará la respuesta correcta y tomará el rumbo indicado por Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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