Respondiendo a la ofensa o al reproche
2023-03-22
1. Oración inicial
«Padre, que al observar el carácter de Cristo y por medio de tu Espíritu, mi forma de pensar, hablar y actuar sea cada día más moldeada conforme a tu voluntad. Enséñame a esperar en ti y a ver el propósito detrás de cada situación, por Jesucristo nuestro Señor, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;”1 Pedro 2:22-23
3. Reflexiona
Reflexionando sobre una gran falla que todos tenemos cuando nos confrontan, cuando nos reprochan o aún más cuando nos critican o nos ofenden, observamos que en todas hay algo en común y es la manera en la que damos respuesta. ¿Cómo dar una respuesta correcta tanto en la forma como en la intención, ante la oposición o confrontación que otra persona nos presente? ¿Cómo deberíamos contestar?. Pues bien, aprendamos de nuestro Señor.
En Mateo 27:34-44 podemos ver que el Señor recibió las más grandes ofensas que alguien ha podido recibir, en la cruz pusieron un letrero con una acusación que decía “ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS”, con una intensión de burla, como si trataran de decir sus verdugos -miren a su rey a punto de morir sin poder hacer nada-; también los que pasaban injuriaban; todo el pueblo al que antes había sanado, enseñado y amado ahora tomaban sus propias palabras para calumniarlo y ofenderlo meneando la cabeza; hasta el colmo cuando aun uno de los ladrones que fue crucificado con Él le injuriaba. Pero Él manejó la frustración y pacíficamente resistió, pues se enfocó en su propósito, su amor por cada uno de nosotros, que fue mayor.
Proverbios 15:1 dice “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor”; esto quiere decir que la manera correcta de responder ante una ofensa es con amor, hablando con sensatez, respeto, prudencia y sin ofender; estimando al otro como superior a nosotros (Filipenses 2:3). No debemos vengarnos ni pagar con la misma moneda ni devolver la piedra que se nos tira; estamos llamados a corregir pero con amor (1 Pedro 3:9, 1 Tesalonicenses 5:11,14).
Así que hermanos, manejemos la frustración que sentimos cuando enfrentamos la ofensa o una confrontación propuesta, recordando el sufrimiento de nuestro Señor Jesús, pero también miremos un propósito mayor detrás de lo que sucede para que no nos encerremos en nosotros mismos, mejor hacer una resistencia en bondad y amor como dice 1 Pedro 2:15: “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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