Reparando el altar de nuestro corazón
2018-07-08
1. Oración inicial
Amado Dios, justo y perfecto, gracias por mostrarme que debo restaurar mi relación contigo y elegir el camino correcto, el consejo divino y la bendición que tu das al que te busca fielmente. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed, y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará. Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin ley; pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos. En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras. Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra. Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová”, 2 Crónicas 15:1-8
3. Reflexiona
En este pasaje se muestra las consecuencias de no buscar a Dios: Tribulación, falta de paz, desasosiego, destrucción y turbación con toda clase de calamidades. Fuimos diseñados para depender de nuestro Creador, por eso es tan importante el lugar que le damos a Dios en nuestra vida. Estará con nosotros si le buscamos con todo nuestro corazón y seremos hallados por Él.
Quizás como el pueblo de Judá, llevamos mucho tiempo separados del verdadero Dios, buscando respuesta en otras personas o cosas que se han vuelto nuestros ídolos, los consejos que hemos oído no son los más adecuados porque nos hemos apartado de la Palabra de Dios. Bien dice el Señor Jesucristo “separados de mí nada podéis hacer”. Es una realidad que trae confusión y caos a nuestra vida espiritual y personal.
Aquí mismo el Señor nos da la solución para salir de la crisis espiritual y es el ejemplo de Asa: cobró ánimo y quitó los ídolos abominables que estaban alejando a su pueblo de Dios. Lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra actitud y quitar de nuestro corazón todo aquello que está ocupando el lugar que le corresponde a Dios. Segundo: “Reparar el altar de Dios”, es esforzarnos y no desmayar hasta ver restaurada nuestra relación personal con Dios. Dios es fiel con el que le busca genuinamente y traerá bendición y recompensa al que es firme y constante en sus caminos.
Dios nos ama incondicionalmente por eso siempre hará lo indecible para que volvamos nuestro rostro a Él y abandonemos toda idolatría. Usará su Palabra, su Espíritu, personas o circunstancias para que entendamos la gravedad de vivir sin Él. Pidamos a Dios que abra nuestros oídos espirituales como lo hizo Asa y tomemos decisiones determinantes para darle un vuelco total a nuestra vida. Convirtámonos en reformadores de nuestro entorno. Asa empleó toda su autoridad real e influencia para ser un reformador, erradicó todo vestigio de idolatría y pecado en su tierra y trajo bendición sobre su pueblo.
La renovación espiritual debe llevarnos a una nueva dedicación y devoción a Dios, que marque la diferencia y nos lleve a disfrutar la vida abundante que Jesús nos ofrece. Mantengamos contacto con personas llenas del Espíritu Santo que pueden hablar a nuestro corazón y sigamos el consejo de Dios. Con regularidad saquemos más tiempo para orar y meditar la Palabra de Dios.
Recordemos 2 Crónicas 16:9a y disfrutemos de las bendiciones de ser fieles: «Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con El”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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