Renacidos de simiente incorruptible
2021-04-25
1. Oración inicial
«Dios bueno, te hiciste hombre y habitaste entre nosotros para mostrarnos tu gloria, gloria de tu Unigénito, lleno de gracia y de verdad; te pido Padre Santo, que nos permitas comprender tus maravillas y bondades para con nosotros, y así mismo nos des de tu gracia sobre gracia para predicarla a toda persona, gracias en el nombre de Jesús, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” 1 Pedro 1:23
3. Reflexiona
Gracias a la santa Palabra de Dios, a la cual tenemos acceso ilimitado, se nos ha revelado la verdad y voluntad de Dios; en el versículo de hoy nos dice que nosotros hemos nacido de nuevo y esta vez no de una semilla corruptible, como lo es el nacimiento en la carne o de nuestros padres, sino de una incorruptible a través de la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Si nosotros observamos el capítulo 1 del evangelio de Juan, podemos encontrar que “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1), “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14); es decir que, el verbo o la palabra de Dios es Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador, y a todos los que le recibimos y creemos en su nombre nos ha dado el derecho de ser hechos hijos de Dios, no engendrados de carne o simiente corruptible, sino de Dios (Juan 1:12-13).
Además, nos agrega el versículo de hoy que la Palabra de Dios vive y permanece para siempre, dándonos a entender que todo aquel que es nacido de Dios tiene vida eterna (Juan 3:16) porque ciertamente el hombre, dice la biblia, en su nacimiento de carne, es como hierba y su gloria como flor de la hierba, que se seca y se marchita; es decir, que en algún momento va a morir, pero la palabra del Señor permanece para siempre y de la misma forma todos los que creemos en ella (1 Pedro 1:24-25).
Hermanos, que bendición es saber esta Buena Noticia, que la Palabra fue hecha carne para que todo aquel que en ella crea sea hijo de Dios y tenga vida eterna. Nuestro llamado es a creer en Cristo y obedecer su verdad, transformar nuestra manera de pensar para conocer su voluntad. Así que, deseemos todos los días como niños recién nacidos la leche espiritual (la palabra) no adulterada, para que por medio de ella crezcamos para salvación (1 Pedro 2:2).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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