Religiosos. Parte 2
2023-08-03
1. Oración inicial
«Señor Jesús, yo también estuve allí, en esa cruz, te ofendí con mi pecado, pero tú cargaste mi maldad, moriste y clamaste en la cruz por mí, por eso ahora soy libre de pecado gracias a ese favor inmerecido. Quita de mí toda religiosidad, permíteme entender y disfrutar esta salvación tan grande. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas”, Mateo 23:29-31.
3. Reflexiona
Reflexionamos en el devocional anterior acerca de los religiosos y de cómo a pesar de realizar muchas prácticas religiosas y aun piadosas, no recibieron a Cristo como Señor y Salvador, entonces, al rechazar a Cristo, rechazaron la vida eterna.
Pero también nosotros los creyentes, solemos caer en religiosidad, al olvidar que es por la gracia de Dios que somos lo que somos y hacemos lo que hacemos, como bien lo declara el Apostol Pablo: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”, 1 Corintios 15:10. Por la gracia de Dios es Apóstol, llamado para predicar el evangelio de salvación y por ello mismo hace lo que hace; esto nos debe llevar a quitar cualquier orgullo de nosotros, prepotencia o esfuerzo religioso (ascetismo).
Esto no quiere decir que no vivamos una vida practicando la piedad y las buenas obras, tampoco quiere decir que no nos alentemos unos a otros como creyentes y esforcemos por vivir en santidad, pero este “esfuerzo” está cimentado en aceptar el actuar de su gracia, obedeciendo y practicando la doctrina tal como ha sido revelada (Romanos 6:17) y en vivir a diario buscando permanecer en estado de gracia identificándonos plenamente con Cristo. (Gálatas 2:20).
Hermanos, sabemos lo que somos en Cristo y debemos recordarlo a diario pero la clave para entender el cómo podemos vivir a diario en abundancia espiritual, sin religiosidad es una sola: La comunión con su Santo Espíritu colocado en nosotros que se manifiesta en una comunión entre los hermanos en la fe. Espíritu e Iglesia.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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