Reconstruye mi corazón
2019-06-29
1. Oración inicial
Señor Jesús, antes de edificar otras vidas primero reconstruye los muros de mi corazón, eres el único que puede ayudarme a edificar cada área de mi vida. Gracias porque no me has dejado sólo, tengo la presencia de tu Espíritu que me ayudará en el camino, aunque sea difícil me animará y proveerá todo lo que necesito para cumplir con el propósito para el que me llamaste. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? Pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí. Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo. Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel”, Nehemías 2:1-10
3. Reflexiona
Qué buena ilustración de equilibrio entre la confianza en la soberanía de Dios, la oración como elemento fundamental para enfrentar una crisis y la responsabilidad humana por parte de Nehemías que hace un plan cuidadoso para alcanzar su meta: reconstruir Jerusalén y el templo de Dios. Pocos realmente somos tan organizados y conscientes de que para alcanzar algo en esta vida debemos orar en primer lugar y organizar detalladamente lo que queremos. La actitud proactiva de Nehemías tocó el corazón del Rey para que actuara a su favor y le ayudara en su tarea.
Podemos observar que Nehemías no tenía ninguna duda de que Dios podía usar medios humanos para abastecer lo que necesitaba para su proyecto y también era consciente que en su camino hacia su objetivo, iba a encontrar muchos Sanbalat y Tobias, que tratarían de impedir que la obra se llevara a cabo.
Cualquier plan para crecer y ser edificados también requiere de los mismos elementos, oración, confianza en la soberanía de Dios y planeación. Tenemos que proyectarnos hacia adelante de la mano de Dios. Si no nos colocamos objetivos nunca alcanzaremos nada. Dios es nuestra fuente de progreso espiritual y en nuestra meta de ser edificados encontraremos cosas y personas que nos estorbaran para tratar de impedir que crezcamos espiritualmente. Este proceso no se abrirá paso sin oposición humana. Siempre lo hemos visto a través dela Biblia, los grandes hombres de Dios tuvieron que enfrentar grandes batallas para alcanzar los propósitos para los cuales Dios los escogió.
Quizás hoy estamos en angustia y tristeza porque las murallas de nuestro corazón están en ruinas, el desánimo y la duda nos han agobiado de tal manera que no vemos salidas rápidas, ni progreso. Para poder redificarnos necesitamos de Dios y esto requiere una vida de oración consistente y un estudio profundo de la Palabra de Dios. No podremos crecer a la estatura de Cristo, si permitimos que las grietas de nuestros pecados, los problemas y la falta de fe sigan erosionando nuestra vida.
Dios nos ha provisto un Nehemías para estos tiempos, Jesús. Cuando lo conocemos y tenemos una relación firme con Él, entonces estaremos reedificando nuestro corazón. El proceso no es fácil. Nehemías tuvo que pasar por caminos peligrosos, tuvo que estar ante reyes injustos, pero Dios allanó su camino, colocó las personas que le ayudarían y proveyó a través de otros todo lo que necesitaba.
Olvidamos que en nuestro caminar espiritual tenemos un ayudador, que siempre estará con nosotros porque vive en nosotros: El Espíritu Santo. Con Él, nuestro corazón será saciado, nuestras dudas resueltas, nuestro corazón purificado, nuestra fe avivada y la voluntad de Dios cumplida en nosotros.
Esta Palabra nos invita a no temer, a no dejar que la preocupación nos agobie, tenemos un Dios que es suficiente y nos ayudará en nuestras metas espirituales. Sólo nos pide algo: permanecer en Él y en su Palabra. Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
Conocer su verdad trae fe, confianza y vida en abundancia. Estudiar su Palabra, ser constante en la oración, esperar en sus tiempos y tener fe son los recursos para edificarnos firmemente y los muros no caigan ante las adversidades. Recordemos que siempre encontraremos hostilidad cuando tratemos de cumplir la voluntad de Dios. En Cristo encontraremos lo que estamos buscando.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn