Quitando los Ídolos que impiden nuestro progreso
2019-08-30
1. Oración inicial
Padre, en el nombre de tu hijo Jesús, guíame para ver y colocar en orden aquello que me impide ser prosperado en todos mis asuntos, ayúdame por medio de tu Espíritu para experimentar la plenitud de tu amor en Cristo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán. En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. Él se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió.”, 2 Reyes 18:4-7
3. Reflexiona
¿Qué frena en nuestra vida las bendiciones, el progreso espiritual y que seamos prosperados en todo lo que hacemos? La respuesta sencilla es el pecado. Pero muchas veces no nos damos cuenta que hay en nosotros ídolos que debemos quitar, porque están ocupando el lugar que le corresponde a Dios, y nos están distrayendo de la voluntad de Dios. No vemos claramente qué debemos hacer cuando un ídolo se interpone en nuestra relación con Dios y con los demás.
Por lo tanto, cuando se habla de “ídolos” se refiere espiritualmente a todo aquello donde la voluntad de Dios no está presente, donde no estemos actuando con justicia y verdad, como hijos de Dios, por ejemplo cuando aun decimos malas palabras, o nos enojamos fácilmente, cuando aún criticamos y especialmente en los casados, si tenemos conflictos con nuestra pareja que no hemos solucionado; como nos enseña la Palabra de Dios, que si no tenemos un trato amable, digno y sabio con la mujer, como a coherederas de la gracia de Cristo, nuestras oraciones pueden tener estorbo (1 Pedro 3:7); por esta razón, debemos quitar todo aquello que estorbe nuestra relación íntima con Dios y nos impida actuar en amor con los demás, pues estaríamos faltando al mandamiento: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.» (Juan 13:34).
Si queremos ser prosperados dondequiera que vayamos, así como el Rey Ezequías, debemos arreglar los conflictos personales en obediencia a su Palabra y quitar todo aquello que esté impidiendo escuchar a Dios y ocupando el primer lugar en nuestro corazón.
¿Hay algo en tu vida que no le de la gloria y honra a Dios, algo de lo cual te avergüenzas y dejes oculto? ¿Tienes un conflicto con tu pareja o con tu prójimo el cual no has arreglado, pero sigues como si nada hubiera pasado? Pídele a Dios sabiduría y ayuda, para que en su nombre puedas establecer orden en todos los aspectos de tu vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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