Quiero un tiempo a solas con Dios
2016-12-13
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, gracias por tu ejemplo en oración, ayúdame a separar tiempo para estar en tu presencia cada día, hacer un alto en mi vida para estar en comunión contigo y oír tu voz. Aunque mi espíritu está dispuesto, mi carne es débil. Necesito de tu Santo Espíritu para que coloque en mi el querer y el hacer por tu buena voluntad. Tengo hambre y sed de ti.
2. Lee la palabra de Dios
«Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.», Lucas 22:39-46
«Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.», Marcos 1:35
3. Reflexiona
Cristo se fue a un lugar desierto a orar. Aunque no corría peligro de distraerse o de tentación a la vanagloria, de todos modos se retiraba. Cuando llevamos una vida agitada, como la de nuestro Maestro, es bueno aprender de Él, sacar un tiempo, para estar a solas con Dios. Esto nos da el privilegio de tener momentos de quietud, especialmente si puedo dejar en manos de mi Hacedor todas las actividades del día, las decisiones que tengo que tomar, las cargas del diario vivir que no me dejan descansar.
Jesús , estando en agonía oró más fervorosamente. La oración, aunque nunca es inoportuna, es especialmente oportuna cuando estamos angustiados, preocupados o desesperados. En esta agonía, el sudor de Jesús fue como grandes gotas de sangre que caían. Esto muestra el sufrimiento de su alma. Debemos orar también con fervor, derramando nuestro corazón delante de su Presencia y pedirle que nos capacite para vencer la tentación y luchar contra el pecado.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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