¿Quién dicen los hombres que soy yo?
2016-02-28
1. Oración inicial
Amado Jesús, eres mi Señor y mi Salvador, por eso te glorifico y te exalto, y te doy gracias por darme una vida y un corazón nuevos para poder confesarte como mi Dios. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”.
3. Reflexiona
Cuando nos presentan una persona, una de las preguntas que se puede cruzar por nuestra mente es ¿Quién es? Jesús mismo preguntó a los discípulos: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?, esta pregunta y su respuesta son fundamentales para definir nuestro destino eterno. Las opiniones más comunes que escuchamos son: Que era un profeta, un gran maestro, un gran hombre que hacía el bien….Todas ellas son respuestas erróneas. Jesús mismo declara que Él es Dios y el único Camino, la única Verdad y la única Vida para llegar al Padre Eterno.
El apóstol Pedro fue el que dio la respuesta acertada, confesó que Jesús era divino y era el tan esperado Mesías, su libertador.
Nosotros en el momento de recibir a Cristo en nuestro corazón, confesamos con nuestra boca que Él es nuestro Dios, nuestro Señor y nuestro Salvador, creyendo que el vino de la eternidad, y se hizo hombre para morir por nuestros pecados, que resucitó triunfante de la muerte y ahora está sentado a la diestra del Padre Dios y reinará para siempre. Por esta confesión con nuestros labios y creyendo en nuestro corazón ahora somos salvos y hemos cambiado no solo nuestra vida, sino nuestro destino.
El vino con un propósito específico: a morir en nuestro lugar, para darnos una nueva vida, una vida espiritual y para poder disfrutar de una correcta relación con Dios para siempre. Nos ha dado un nuevo corazón. Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras.
Si Jesús nos hace ahora, la misma pregunta, ¿qué le contestaríamos? ¿Es Él nuestro Señor y Mesías?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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