Que todos sean uno
2016-03-21
1. Oración inicial
Gracias amado Jesús por orar por mí y por todos los que te seguiríamos, quiero mantenerme en unidad con mis hermanos y seguir creciendo en amor y santidad para que seamos ejemplo para el mundo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
3. Reflexiona
El anhelo más grande de Jesús antes de irse al cielo, era que su iglesia permaneciera unida entre sí y unida a Él, en una perfecta unidad, como la suya con su Padre. Por eso oro específicamente para que todos los creyentes fueran un solo cuerpo, bajo una cabeza, Cristo. Solo ese cuerpo puede ser animado por medio del Espíritu Santo que habita en cada uno de sus miembros, y volverlos una sola alma, al estar unidos como el Padre y el Hijo.
La unidad de la Iglesia es el testimonio más poderoso para convencer al mundo de la realidad del amor de Dios. Esto solo se logra si vivimos unidos a Dios, porque solo así podemos estar juntos en humildad, edificándonos mutuamente y evitando cualquier división. Anímate al saber que Jesús oró por los que le seguirían esto nos incluye a ti y a mí. Oro pidiendo unidad, protección del mal y santidad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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