¿Qué puedo darle?

Gracias amado Dios, por el don de Jesucristo, por haber dado a tu Hijo para que todo aquel que en Él cree sea salvo y tenga vida eterna. Al celebrar esta época de Navidad, muéstrame como darme cada vez más a ti. Amén.

«Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra».

Pensemos en el regalo más grande que Dios nos ha dado y es la vida eterna en Jesucristo, dio lo que más amaba a su Hijo, como provisión para nuestra salvación y lo dio sin reparos porque quería rescatarnos y amarnos eternamente. Hoy en esta fecha con tantas carreras comprando detalles y regalos para los seres que amamos deberíamos detenernos a pensar “¿y que puedo darle al Jesús?” Así como los sabios de oriente le llevaron presentes al niño Jesús, quizás nosotros deberíamos dar regalos a Cristo. Jesús nos ha dado todo, su vida, su amor, su perdón, su consuelo el alimento espiritual y físico que necesitamos, nos ha llenado de favores y misericordias cada día. En esta Navidad podemos escoger darle algo a Él como gratitud a tantas bendiciones y beneficios. Podemos dedicar más tiempo a Él en alabanza y adoración, oración y estudio de su Palabra. Podemos servir en la iglesia, ofrendar más o mostrar más amor por los demás. Pero el regalo más grande es llevar almas para Él, proclamar su evangelio, ministrar y ser generosos con aquellos que están en necesidad. Cada persona a la que le compartimos y recibe a Cristo es el mejor regalo para Él. Una manera de demostrar nuestra gratitud por su sacrificio y dádiva de la vida eterna, es que más personas lleguen a conocer a Jesucristo como Señor y Salvador.
¿Quieres sacar una sonrisa en el rostro de Jesús? Entonces el mejor regalo que podemos darle siempre, es dar nuestras vidas en verdadera devoción y servicio a Él, compartiendo y ayudando a muchos que tanto le necesitan. Nuestro mejor regalo es la obediencia a su mandato, nuestro tiempo, nuestra vida.