Preparados para resistir el día malo. Parte 2
2020-03-27
1. Oración inicial
«Señor, ya que he sido justificado con Cristo, quiero que mis actos sean llenos de toda rectitud, que mi forma de actuar sea íntegra y justa en todas las cosas. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,” Efesios 6:14
3. Reflexiona
La armadura de Dios no se trata de un ritual místico donde nos cubrimos del poder divino, sino de disponer nuestra vida para aplicar y obedecer unos principios bíblicos precisos, los cuales harán que estemos preparados en todo tiempo, especialmente para resistir en los días difíciles.
Ceñir nuestros lomos con la verdad, significa guardar y andar en la verdad que Cristo nos enseñó (Juan 14:23-27), pues el enemigo intentará desviarnos a través de mentiras, pero si nos mantenemos en la verdad de su Palabra, no seremos engañados.
Vestirnos con la coraza de justicia, significa estar revestidos de Cristo que es nuestra justicia, porque sin esa justicia seríamos condenados, no aptos para la batalla. El enemigo intentará atacar nuestra identidad, haciéndonos creer que no hemos sido justificados e intentará tentarnos a actuar de manera deshonesta, pero como hemos sido justificados por la fe en Jesús (Romanos 3:25-26) y debemos por tanto, actuar con rectitud e integridad en todas las cosas, esto nos protege del enemigo (Salmo 25:21)
Esta armadura, se trata de revestirnos de Cristo (Romanos 13:14), para que nuestra mente, corazón y voluntad estén protegidos y preparados para resistir las batallas espirituales, las cuales inician en la mente, se ganan en el corazón y se recoge la victoria en nuestra acciones. ¿Estás revestido de Cristo?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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