¿Por qué honrar a los Padres?
2023-09-28
1. Oración inicial
«Padre Celestial, gracias por la vida de mis padres terrenales, gracias porque aunque imperfectos, sé que en tu perfecta voluntad fueron ellos los que Tú escogiste para mi cuidado, protección y formación. Te pido que, en obediencia primeramente a ti, me permitas honrarlos y estar bajo su autoridad; igualmente gracias por tu Hijo Jesucristo, quien es mi mayor modelo de honra y obediencia, sé que por Él, hoy yo también puedo obedecer, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”, Efesios 6:1-3
“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”, Juan 5:19
3. Reflexiona
La obediencia a nuestros Padres tiene un propósito muy importante y particular, y es enseñarnos a estar sujetos a la autoridad. Aunque suena difícil de cumplir, el estar sujetos a una autoridad guarda nuestro corazón, ¿De qué manera? Si somos capaces de someternos a una autoridad puesta por Dios, nuestra vida no solo es protegida sino bendecida. La obediencia trae recompensa. Y esta recompensa inicia cuando niños, pues somos protegidos por nuestros padres, y en la época de adolescencia somos guardados de nuestros impulsos y emociones desbordadas, cuando nuestros progenitores y autoridades nos corrigen, educan y colocan límites a nuestras actuaciones.
Esto va formando nuestro carácter y preparándonos para enfrentar la vida y formar a la vez una nueva familia. El pecado rompe con este orden provisto por Dios para nuestro bien y para tener una sociedad sana con familias fuertes. Por esto dice la Palabra de Dios que es justo que los hijos obedezcan a sus padres, y el ejemplo más grande de obediencia que podemos tomar para poder hacer lo justo, es el Señor Jesús, pues Él obedeció a su Padre en todo y vino a este mundo en total dependencia de la provisión y voluntad de Dios, por eso declaraba que no hacía nada por sí mismo sino lo que veía hacer al Padre, y también que venía no a hacer su propia voluntad sino la voluntad de su Padre (Juan 6:38b).
Jesús vino como cien por ciento hombre y cien por ciento Dios, y en su parte humana experimentó el sufrimiento, y en identificación con la humanidad tuvo que aprender obediencia como Hijo del Hombre. Jesús no pecó, pero aun así tuvo luchas humanas y experimentó la misma tentación que nosotros para darnos ejemplo, como dice Hebreos 5:8: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;”.
Lo anterior se relaciona con la misión de servir como el único Sumo Sacerdote en el cielo para todos los tiempos y todas las personas, que puede compadecerse de nuestras debilidades (Hebreos 4:15). Jesús, al pasar por el sufrimiento y la tentación, se convierte en un modelo de obediencia para los hijos y en general para todos los creyentes; por esta razón estamos llamados a honrar a nuestros Padres, porque Cristo lo hizo y nos lo dio como regalo, Él fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz para que creyendo en Él seamos hechos hijos obedientes al ser guiados por el Espíritu de Dios (Filipenses 2:8, Romanos 8:14-16).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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